C: ¿De qué manera utilizas tu experiencia en competición para motivar a la gente?
J K: Creo que, independientemente de lo que hagas, el éxito depende de los mismos factores. Por ejemplo, tanto en los negocios como en la competición de motor, es necesario contar con un buen equipo. Porque sin un buen equipo, no se puede hacer nada. Lo mismo ocurre cuando prestamos atención a los detalles que la gente suele pasar por alto. Por ejemplo, los neumáticos. Constituyen la única superficie en contacto con el suelo. Puedes tener un coche excepcional, pero si no tienes los neumáticos adecuados, no haces nada.
De hecho, esos detalles son lo que nos diferencia de los demás. Todos los que compiten en carreras internacionales son buenos pilotos, si no, no estarían allí. Así que es necesario ser un poquito diferente, un poquito mejor, aprovechar cualquier oportunidad que se presente para ganar. Y lo mismo sucede con cualquier otro proyecto.
Las crisis también son similares en todos los ámbitos. Hubo un momento en mi carrera en el que perdí a todos mis patrocinadores y tuve que buscar otra cosa para poder participar en el Rally Dakar. Así es como terminé en un coche con el que gané la competición. Le suelo contar estas historias a la gente para que no se rindan. A veces lleva un tiempo, pero si fallamos, hay que intentarlo de nuevo. Solo se pierde cuando se deja de intentarlo.